Vemos la representación de los peyoteros en Wirikuta, quienes se encargan de escuchar a los mensajeros que el chamán invoca, abriendo los caminos y dejando sus pecados para poder entrar al lugar sagrado, que es la casa del Kauyumari, el abuelo fuego.

Ahí el venado comienza a salir de la hoguera y aparece en el aire ya que él mismo se encarga al dios del viento; los chamanes transmiten el mensaje a los mensajeros de los tres mundos.

Como las serpientes, las águilas, ahí de repente salen los dioses y caminan sobre la orilla del mar hasta llegar al lugar donde nació el venado que se convierte en maíz. Con ellos salen formados los 5 rumbos cardinales y continúan caminando hasta llegar a la flecha, y a la cabeza del venado es la señal de nuestra madre, Tatei Yurienaka, quien es la que dará vida a la yerba llamada wi waizirra, que es la flor amarilla que los dioses cortaron.